Las Indulgencias.


Las Indulgencias

Significado de indulgencia plenaria

Cuando un cristiano comete un pecado y se arrepiente, Dios perdona sus pecados, por medio del sacramento de la confesión. Aun así, queda una responsabilidad pendiente por las consecuencias que el pecado haya tenido para la misma persona o para otras, o incluso para la sociedad en general. Esta consecuencia se llama, pena temporal y es una deuda que persiste y que hay que pagar ya sea en esta vida o en el Purgatorio.

Se llama indulgencia plenaria porque suprime plenamente esta pena temporal por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento.

Diferencia entre indulgencia plenaria y indulgencia parcial

Se puede reducir, la pena temporal, mediante la realización de buenas obras, la oración, la aceptación cristiana del sufrimiento y la recepción de la indulgencia, que puede ser parcial o plenaria.

La Indulgencia plenaria le ofrece al pecador arrepentido y confesado el beneficio de eliminar totalmente la deuda que haya tenido durante su vida en este mundo hasta ese momento. Esta, suprime plenamente la pena que se debe pagar por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento. De no existir la indulgencia plenaria, esta pena, se pagaría solo de dos formas: con los sufrimientos y obras buenas de esta vida o con un tiempo en el purgatorio.

Por otro lado, la indulgencia parcial elimina la pena temporal en forma parcial. La obtenemos muy a menudo. Al darnos la bendición; al rezar el Angelus, el Magnificat; al visitar al santísimo por un rato; al rezar el Credo; al hacer un examen de conciencia; al pedir por los muertos.

A lo largo del tiempo, la Iglesia, ha determinado distintas formas para alcanzar la indulgencia plenaria. Hay algunas que se pueden hacer en cualquier momento: media hora de adoración frente al Santísimo, rezar el Vía Crucis, rezar el rosario en familia o en comunidad, leer la Biblia.

Diferencia entre la indulgencia plenaria y la absolución del sacramento de la confesión

Hay que distinguir entre culpa y pena. Cuando pecamos, es decir, cuando obramos mal contra Dios, la Iglesia, nosotros mismos o/y contra los demás, la culpa es nuestra responsabilidad. La pena, en cambio, es la consecuencia que tiene ese pecado. En la confesión, Dios borra la culpa de nuestros pecados y parte de la pena que deberíamos cumplir tras la muerte. A lo largo de la vida y dependiendo de nuestros pecados, siempre queda una parte de la pena por expiar, esa pena que no se puede borrar con la confesión.

Cómo ganar indulgencia plenaria

Para ganar la indulgencia plenaria es necesario:
  • Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
  • Recibir el sacramento de la confesión, 8 días antes o 8 días después.
  • Comulgar, como demostración de un renovado compromiso con Jesús y preferentemente en Misa.
  • Orar por las intenciones del Papa. Rezando con devoción verdadera el Credo y el Padre Nuestro.

¿Para quién pueden ofrecerse las indulgencias?

Las Indulgencias plenarias pueden ganarse una vez al día y ofrecerla por el propio alma, por la de otra persona o por un difunto, ya que confesamos la comunión de los santos.


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