21 - Juan Bautista (Mt 11, 2-15)

 DÍA 21


1. Invoca al Espíritu Santo


2. La Palabra de Dios

Juan Bautista (Mt 11,2-15)

2 Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle: 3 «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».

4 Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: 5 los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. 6 ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!».

7 Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? 8 ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. 

Entonces, 9 ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.

10 Este es de quien está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”. 11 En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan.

13 Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; 14 él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.

15 El que tenga oídos, que oiga.


3. La Palabra ilumina

"¿Qué habéis venido a ver en el desierto? Un profeta? Sí, ciertamente, os digo, y aún más que un profeta. El cometido del profeta consiste solo en predecir el futuro, y no en mostrar su cumplimiento. Juan es, por consiguiente, más que un profeta, muestra con el dedo al que había preanunciado y precedido.

Se dice que no es una caña agitada por el viento, que no lleva ropa lujosa; se atestigua que el nombre de profeta es poco para caracterizarle. Escuchemos qué título se puede decretar que sea digno de él: «Este es prosigue el Señor de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti». La palabra griega «ángel» corresponde a la palabra «mensajero». El termino «ángel» le va bien a quien ha sido enviado para anunciar la venida del Juez supremo, puesto que contiene en sí mismo la dignidad de la función indicada. Se trata de un gran nombre, pero la vida de Juan lo mereció en verdad. También vosotros podéis merecer este nombre sublime. En efecto, si cada uno de vosotros, en la medida de sus posibilidades, aleja al prójimo del mal, le reconduce al bien, recuerda al que se ha descarriado el Reino y la pena que le esperan en la eternidad, es un ángel, evidentemente, por ser un mensajero de las santas palabras de Jesús. Aquel que ha advertido ya en su corazón la llamada del Amor divino, que saque de él una palabra de aliento para el prójimo.

Es posible que no tengáis pan para dar a un mendigo, pero el que tiene lengua puede dar algo mejor que el pan. En efecto, alimentar con el alimento de la Palabra a un alma destinada a vivir eternamente es mejor que saciar de pan terrestre un cuerpo que debe morir un día. Absteneos, por consiguiente, de privar a vuestro prójimo de la limosna de la palabra. Que vuestras conversaciones inútiles cambien y se dirijan a la edificación del prójimo. Considerad la rapidez con la que discurre nuestra vida; mirad a la verdad del Juez que debe venir." (Gregorio Magno, Homilías sobre los evangelios)


4. Habla con el Señor.

Llevamos hoy 21 días con este camino. Ya un tiempo... ¿Cómo lo llevas?

Puede ser un día para hacer examen de conciencia... Primero para dar gracias por el recorrido que ya has hecho, darte cuenta del bien que está haciendo en ti esta lectura... Por otro, para poner remedio a nuestra torpeza, ponerle nombre y... ¡Manos a la obra! ¡No desesperes! Es un gran bien y puede serlo! Cuenta con mi ayuda y oración.

Si tienes alguna recomendación, idea, propuesta sobre el camino que estamos haciendo o cómo vas... soy todo ojos (puedes escribirme). 

San Mateo es aquel que lo dejó todo escuchando la voz de Jesús y le siguió. Tú y yo también seguimos a Jesús en estos 21 días de una manera intensa con este ejercicio que es la lectura de un evangelio concreto.

San Mateo, ruega por nosotros.

Dios te bendiga.

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