Oración al inicio del Año
Aquí tienes una oración completa para el primer día del año, con la misma estructura que la del Te Deum: monición, lectura bíblica, responsorio, Veni Creator y oración final. Está redactada con tono litúrgico y solemne.
Monición
Hermanos, al iniciar este nuevo año, invoquemos juntos al Espíritu Santo, Señor y dador de vida. Él es quien renueva la faz de la tierra, fortalece lo que es débil y enciende en nosotros el fuego del amor divino. Abramos nuestro corazón a su presencia para que guíe nuestros pasos en este tiempo que comenzamos, y escuchemos primero la Palabra de Dios que ilumina nuestro camino.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios
2 Co 5,17
Hermanos:
El que está en Cristo es una nueva criatura;
lo viejo ha pasado,
ha llegado una realidad nueva.
Responsorio
V/. Envía tu Espíritu, Señor, y renovarás la faz de la tierra.
R/. Y renovarás la faz de la tierra.
V/. Que descienda sobre nosotros la luz de tu Espíritu.
R/. Y renovarás la faz de la tierra.
V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. Envía tu Espíritu, Señor, y renovarás la faz de la tierra.
Veni Creator
Al orar juntos el Veni Creator, invoquemos con fe al Espíritu Santo, fuente de toda gracia y renovación. Esta antigua y venerable oración de la tradición cristiana, que la Iglesia nos invita a rezar especialmente al comenzar un nuevo año, es enriquecida con el don de la indulgencia plenaria para quienes la recitan con devoción y cumplen las condiciones habituales.
Unamos, pues, nuestras voces y nuestros corazones para pedir al Espíritu Creador que habite en nosotros y guíe nuestros pasos en este año que iniciamos:
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos.
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
Oración final (para el primer día del año)
Oh Dios,
principio y fin de toda criatura,
al comenzar este nuevo año
te pedimos que derrames sobre nosotros
la luz y la fuerza de tu Espíritu Santo.
Haz que guiados por Él
sepamos discernir tu voluntad,
crecer en caridad,
superar las pruebas
y edificar la paz dondequiera que estemos.
Que tu Espíritu renueve nuestra vida,
santifique nuestras obras
y haga fecundos nuestros días
para gloria de tu Nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
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