5 Orar con la liturgia - La oración colecta del 21 de diciembre
Escucha con bondad, Señor, las oraciones de tu pueblo, para que, alegres por la venida de tu Unigénito en nuestra carne, consigamos la recompensa de la vida eterna cuando vuelva en la majestad de su gloria.
La oración colecta de hoy nos recuerda que vivimos en un tiempo de esperanza y alegría, mientras aguardamos no solo el nacimiento de Jesús en Belén, sino también Su venida gloriosa al final de los tiempos. En esta oración, pedimos a Dios que nos dé la gracia de vivir con fe en ambos eventos: la Encarnación y la Parusía (la venida gloriosa de Cristo).
1. "Escucha con bondad, Señor, las oraciones de tu pueblo"
Comenzamos la oración pidiendo a Dios que escuche nuestras súplicas. Sabemos que Dios siempre escucha a Su pueblo, pero en este tiempo de Adviento, pedimos de manera especial que Él atienda nuestras oraciones con bondad. No se trata solo de expresar nuestras necesidades, sino de hacerlo con la confianza de que Él es un Dios lleno de misericordia y amor
¿Cómo te acercas a Dios en la oración? Hoy, al pedir que Él escuche con bondad, podemos reflexionar sobre la actitud con la que nos dirigimos a Él. ¿Lo hacemos con confianza y humildad, sabiendo que Él está dispuesto a escucharnos? ¿Qué súplicas llevas hoy a Sus pies?
2. Para que, alegres por la venida de tu Unigénito en nuestra carne
Este fragmento nos invita a vivir con alegría y esperanza el misterio de la Encarnación. Sabemos que el Verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros, un acto de amor inmenso y gratuito. La venida de Cristo en nuestra carne es un motivo de gran alegría, ya que trae consigo la salvación y la cercanía de Dios. Cristo no solo vino a la humanidad en un momento histórico, sino que también viene a nuestra vida cada día, llenándonos de su gracia.
¿Cómo te preparas para recibir a Jesús? En este Adviento, se nos invita a alegrarnos por la venida de Cristo y a vivir con esperanza y gratitud por el regalo de su amor. ¿Estamos viviendo con la alegría que esta venida nos ofrece, o permitimos que las preocupaciones diarias nos alejen de esta fuente de gozo?
3. Conseguimos la recompensa de la vida eterna cuando vuelva en la majestad de su gloria
Esta parte de la oración nos recuerda que, aunque celebramos la venida de Jesús en Belén, también esperamos Su regreso en gloria. La primera venida de Jesús fue en humildad, pero en Su segunda venida, vendrá con majestad y gloria, para juzgar a vivos y muertos y conceder la vida eterna a quienes han sido fieles. Este recordatorio de la venida final de Cristo nos invita a vivir con una perspectiva eterna, sabiendo que nuestra verdadera recompensa no es solo en este mundo, sino en la vida que nos espera con Dios.
¿Cómo vives tú la espera de la venida gloriosa de Cristo? Este es un tiempo para hacer balance de nuestra vida, vivir con esperanza en las promesas de Dios y con el corazón orientado a la vida eterna. En este Adviento, podemos preguntarnos: ¿Estoy viviendo de manera que refleje mi esperanza en la vida eterna? ¿Estoy preparándome para recibir a Cristo no solo en Navidad, sino también cuando Él regrese en gloria.
Reflexión para la oración personal:
Hoy, al rezar esta oración, te invito a reflexionar en lo siguiente:
1. Confía en que Dios escucha tus oraciones. Aunque a veces sentimos que nuestras oraciones son pequeñas o no escuchadas, esta oración nos recuerda que Dios escucha con bondad. ¿Qué oración personal deseas presentar hoy? Pídele con confianza y esperanza, sabiendo que Él te escucha.
2. Vive con alegría y gratitud por la venida de Cristo. Reflexiona sobre el misterio de la Encarnación. ¿Qué significa para ti que Dios haya venido al mundo en la carne de Jesús? ¿Cómo puedes vivir con más alegría este tiempo de Adviento?
3. Vive con la esperanza de la vida eterna. La venida de Cristo en humildad nos recuerda la recompensa eterna que nos espera cuando Él regrese en gloria. ¿Cómo puedes vivir hoy con una perspectiva más eterna? ¿Estás dispuesto a ajustar tus prioridades y decisiones a la luz de la promesa de la vida eterna?
Hoy, al meditar en esta oración, recordemos que el Adviento es un tiempo para vivir con alegría y esperanza. Nos preparamos para recibir a Jesús en su humildad en Belén, pero también vivimos con la mirada puesta en Su segunda venida en gloria. Que este tiempo de espera nos impulse a vivir con confianza y esperanza en la promesa de la vida eterna.
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