8 Orar con la liturgia de Adviento - La oración colecta del 24 de diciembre
Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que lo esperan todo de tu amor.
Hoy, en la última feria mayor de Adviento, la Iglesia eleva esta oración llena de esperanza y confianza. La venida de Jesús, que celebramos en la Nochebuena, está a punto de suceder. La oración nos invita a pedir con urgencia que el Señor se apresure a venir para consolar y fortalecer a todos los que esperan todo de Su amor. Vamos a desglosar esta oración para comprender mejor su significado y cómo podemos vivirla en nuestro corazón en este día tan especial.
1. "Apresúrate, Señor Jesús, y no tardes"
Esta primera parte de la oración expresa el anhelo profundo de la Iglesia, y de todos nosotros, por la venida de Jesús. En el Adviento, hemos esperado largo tiempo, y ahora que está tan cerca, pedimos que Señor se apresure. Esta petición no es un reclamo, sino una expresión de deseo ardiente de ver cumplida la promesa de Dios. En muchos momentos de nuestra vida, experimentamos ansiedad o sufrimiento y sentimos que la ayuda de Dios tarda en llegar. Este es el grito de aquellos que esperan todo de Dios, que confían en Su fidelidad y desean que Su venida sea pronto para poner fin a la espera y a las dificultades.
¿Cómo vives tú la espera de Jesús? Hoy, reflexionemos sobre nuestra propia espera. ¿Estamos deseando con intensidad la venida de Jesús, no solo en la Navidad, sino en todos los aspectos de nuestra vida? Este es el momento de preparar nuestro corazón, de anhelar Su venida para transformar nuestra vida.
2. Para que tu venida consuele y fortalezca a los que lo esperan todo de tu amor
Pedimos que la venida de Jesús no solo traiga la paz y la alegría, sino también el consuelo y la fortaleza que necesitamos en nuestras dificultades y luchas diarias. A veces, la vida nos presenta momentos de tristeza, soledad, y debilidad, y la venida de Jesús es una respuesta a esos momentos. Él, al hacerse hombre, nos trae un consuelo que nos alienta a seguir adelante, y una fortaleza que nos da esperanza incluso cuando todo parece perdido.
¿En qué áreas de tu vida necesitas el consuelo y la fortaleza de Jesús? Hoy, al pedirle que se apresure a venir, pensemos en las áreas de nuestra vida que necesitan Su presencia consoladora. Tal vez hay situaciones que nos preocupan, dolores que no terminan de sanar, o situaciones que parecen no tener solución. La venida de Jesús es el bálsamo para todas esas heridas, el firmeza para nuestros temores.
3. A los que lo esperan todo de tu amor
Esta última parte es un recordatorio de que, para recibir a Jesús, debemos tener un corazón dispuesto y abierto a todo lo que Él nos quiere dar. Quienes esperan todo de Su amor son aquellos que confían plenamente en Su bondad y misericordia. Esperar todo de Su amor significa no depender de nuestras propias fuerzas, sino confiar en que Él es quien tiene el poder de transformar nuestra vida. En este Adviento, hemos aprendido a esperar con paciencia, pero ahora es el tiempo de esperar con fe y esperanza, sabiendo que lo que Jesús trae es lo que realmente necesitamos.
¿Estás esperando todo de Su amor? Esta parte de la oración nos invita a confiar plenamente en Dios. En nuestra vida diaria, a veces tratamos de controlarlo todo o de resolver nuestros problemas por nuestra cuenta, pero Jesús quiere que confiemos en Su amor infinito. Hoy, reflexionemos sobre cómo podemos abandonarnos más plenamente en Su amor, esperando de Él no solo lo que queremos, sino lo que Él sabe que necesitamos.
Reflexión para la oración personal:
Hoy, al rezar esta oración, te invito a meditar en los siguientes puntos:
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Anhela la venida de Jesús en tu vida. La oración de hoy expresa un deseo ardiente por la llegada de Cristo. ¿Cómo vives tú la espera de Jesús? ¿Es un deseo profundo de experimentar Su presencia en tu vida, en tu familia, en tu trabajo, en tu comunidad?
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Busca el consuelo y la fortaleza que solo Jesús puede dar. Jesús viene para consolar y fortalecer a los que lo esperan. ¿En qué áreas de tu vida necesitas Su consuelo y Su fuerza? Hoy, entrégale tus cargas, tus preocupaciones, tus dudas y deja que Su amor te fortalezca.
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Confía plenamente en el amor de Jesús. ¿Estás dispuesto a esperar todo de Su amor? ¿Estás confiando en Él con un corazón abierto y humilde, sabiendo que Él tiene lo que realmente necesitas? Esta es la invitación de Adviento: confiar plenamente en el amor de Dios, que se hizo cercano a nosotros en la Encarnación.
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