37. Oraroncon la liturgia: Oración colecta II domingo de Pascua
La oración colecta del II Domingo de Pascua nos invita a profundizar en la misericordia divina y en los misterios centrales de nuestra fe: el bautismo, la acción del Espíritu Santo y la redención por la sangre de Cristo.
1. Invocación inicial
Comenzamos nuestra oración reconociendo la infinita misericordia de Dios y disponiendo nuestro corazón para recibir su gracia:
"Señor Dios, fuente de misericordia sin límites, en este tiempo de Pascua nos acercamos a Ti con corazones agradecidos. Te pedimos que renueves nuestra fe y nos llenes de tus dones, para que comprendamos y vivamos plenamente los misterios que celebramos."
2. Escucha y meditación de la oración colecta
Leamos atentamente la oración colecta del II Domingo de Pascua:
"Dios de misericordia infinita, que reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua, la fe del pueblo a ti consagrado, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendan mejor qué bautismo nos ha purificado, qué Espíritu nos ha hecho renacer y qué sangre nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos."
Puntos para reflexionar:
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"Dios de misericordia infinita"
Reconocemos a Dios como una fuente inagotable de misericordia. En este Domingo de la Divina Misericordia, se nos invita a confiar plenamente en su amor y perdón.
Reflexión: ¿Cómo experimento la misericordia de Dios en mi vida diaria? ¿De qué manera puedo ser reflejo de esa misericordia hacia los demás?
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"Reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua, la fe del pueblo a ti consagrado"
La celebración anual de la Pascua es una oportunidad para revitalizar nuestra fe y renovar nuestro compromiso como pueblo de Dios.
Reflexión: ¿De qué manera la celebración de la Pascua ha renovado mi fe este año? ¿Cómo puedo mantener viva esa renovación en mi vida cotidiana?
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"Acrecienta en nosotros los dones de tu gracia"
Pedimos a Dios que aumente en nosotros sus dones, especialmente aquellos que nos ayudan a vivir conforme a su voluntad.
Reflexión: ¿Qué dones de Dios siento que necesito cultivar más en mi vida? ¿Cómo puedo abrirme más a la acción de su gracia?
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"Para que todos comprendan mejor qué bautismo nos ha purificado, qué Espíritu nos ha hecho renacer y qué sangre nos ha redimido"
La oración nos invita a profundizar en los sacramentos y misterios fundamentales de nuestra fe: el bautismo, la acción del Espíritu Santo y la redención por la sangre de Cristo.
Reflexión: ¿Qué significado tienen para mí estos misterios? ¿Cómo influyen en mi vida diaria y en mi relación con Dios y con los demás?
3. Oración personal
Inspirados en la oración colecta, elevemos nuestras peticiones al Señor:
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Gratitud por la misericordia: "Te doy gracias, Señor, por tu infinita misericordia que me sostiene y me renueva cada día."
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Renovación de la fe: "Reaviva en mí la llama de la fe, especialmente en este tiempo pascual, para que sea testigo fiel de tu amor."
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Apertura a la gracia: "Aumenta en mí tus dones, Señor, y hazme dócil a la acción de tu Espíritu."
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Profundización en los misterios de la fe: "Concédeme comprender y vivir más plenamente el bautismo que me purifica, el Espíritu que me da vida nueva y la sangre de Cristo que me redime."
4. Contemplación
Imaginemos a Jesús resucitado que se presenta ante nosotros, mostrando las heridas de su pasión como signo de su amor y misericordia. Él nos dice: "La paz esté con ustedes. No teman, yo he vencido al mundo."
Permanezcamos en silencio, contemplando su presencia y dejando que su paz y misericordia llenen nuestro corazón.
5. Compromiso
Para vivir concretamente esta oración en nuestra vida diaria:
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Practicar la misericordia: Busquemos oportunidades para ser misericordiosos con los demás, perdonando ofensas y ayudando a quienes lo necesitan.
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Renovar nuestra fe: Participemos activamente en la vida de nuestra comunidad cristiana, alimentándonos de la Palabra y los sacramentos.
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Abrirnos a la gracia: Dedicar tiempo a la oración y a la reflexión personal, permitiendo que Dios actúe en nosotros y nos transforme.
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Profundizar en los misterios de la fe: Estudiemos y meditemos sobre el significado del bautismo, la acción del Espíritu Santo y la redención, buscando vivir coherentemente con estas realidades.
Concluyamos esta catequesis orando juntos la oración colecta:
"Dios de misericordia infinita, que reanimas, con el retorno anual de las fiestas de Pascua, la fe del pueblo a ti consagrado, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendan mejor qué bautismo nos ha purificado, qué Espíritu nos ha hecho renacer y qué sangre nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén."
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