Orar con la liturgia: Oración Colecta Santísimo nombre de Jesús

 1. Invocación inicial

Nos recogemos en la presencia de Dios y nos disponemos a meditar con fe y humildad:
"Señor, queremos acercarnos a tu misterio de amor en la encarnación de tu Hijo. Ayúdanos a comprender la fuerza y la misericordia que nos revelas en el santísimo nombre de Jesús."

2. Escucha y meditación de la oración colecta

Leamos con atención la oración colecta:

Oh, Dios, que cimentaste en la encarnación de tu Verbo la salvación del género humano, concede a tu pueblo la misericordia que implora, para que todos sepan que no ha de ser invocado otro nombre que el de tu Unigénito. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Puntos para reflexionar:
  1. "Cimentaste en la encarnación de tu Verbo la salvación del género humano"
    La encarnación del Verbo es el fundamento de nuestra salvación. Reflexiona: ¿Qué significa para ti que Dios haya decidido hacerse hombre en Jesús para salvarte? ¿Cómo reconoces en tu vida cotidiana la presencia cercana de un Dios que camina contigo?

  2. "Concede a tu pueblo la misericordia que implora"
    Invocamos el nombre de Jesús porque reconocemos nuestra necesidad de su misericordia. Reflexiona: ¿De qué manera experimentas la misericordia de Dios en tu vida? ¿Qué áreas de tu vida necesitan ser transformadas por esa misericordia?

  3. "Para que todos sepan que no ha de ser invocado otro nombre que el de tu Unigénito"
    En el nombre de Jesús encontramos salvación, fortaleza y esperanza. Reflexiona: ¿Cómo invocas el nombre de Jesús en tu oración? ¿Te apoyas en Él en los momentos de dificultad, confiando plenamente en su poder y amor?

3. Oración personal

Dirige a Dios una oración inspirada en esta colecta:

  • Agradecimiento por la encarnación: "Señor, gracias por haberte hecho hombre en tu Hijo Jesús, para traernos la salvación y acercarte a nuestra humanidad herida."
  • Petición de misericordia: "Concede a tu pueblo, Señor, la misericordia que necesitamos. Entra en nuestras vidas, transforma nuestros corazones y ayúdanos a caminar hacia Ti."
  • Reconocimiento del poder del nombre de Jesús: "Haz que en mi vida sólo invoque tu santo nombre, Señor, con fe y confianza, y que ese nombre sea para mí consuelo, guía y fortaleza."

4. Contemplación

Cierra los ojos e imagina que pronuncias el nombre de Jesús con amor y reverencia. Cada vez que dices "Jesús", sientes su presencia, su paz y su amor infinito. Permanece en este momento, dejando que el nombre de Jesús llene tu corazón con su misericordia y poder.

5. Compromiso

Para vivir esta oración de manera concreta:

  • Pronuncia con devoción el nombre de Jesús en tus momentos de oración personal, dejando que ese nombre sea fuente de fuerza y paz.
  • Busca reconocer la misericordia de Dios en los pequeños detalles de tu vida diaria y comparte esa misericordia con quienes te rodean.
  • Reflexiona sobre la encarnación leyendo un pasaje del Evangelio que te ayude a comprender mejor cómo Jesús asumió nuestra humanidad.

Concluyamos renovando nuestra fe en el santísimo nombre de Jesús:
"Señor, que nunca deje de invocar tu nombre con confianza, porque en Jesús, tu Hijo, está la salvación, la paz y la plenitud de la vida. Amén."

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