Decenario al Espíritu Santo: Noveno día

 

Decenario al Espíritu Santo: Noveno día

Oración inicial

¡Oh Espíritu Santo!, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime que debo hacer, ordéname.

Concédeme someterme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad.

Meditación 

El fondo, el secreto de la oración, es el amor. San Francisco de Sales nos da un concepto maravilloso en su sencillez de la oración. «Orar, nos dice, es acercarnos a Dios con profundo respeto, ciertamente, pero con inmensa confianza, con la confianza con que un niño se acerca a la mejor de las madres, y hablarle, hablarle de las cosas del cielo y de las cosas de la tierra; decirle todo lo que tenemos en nuestro corazón, sin dejar nada dentro, y derramar nuestro corazón en su Corazón divino, como se derrama el corazón en el corazón de un amigo». ¿No es dulce y sencillo a un mismo tiempo este concepto de la oración? Que cada quién tome la forma que le corresponda. que elija el tema que le plazca, pero que nuestra oración sea, ante todo, el acercamiento de un hijo a su Dios, que nos ama con la ternura de una madre. Acerquémonos a Dios con confianza, hablémosle de las cosas del cielo y de las cosas de la tierra, derramemos nuestro corazón en su Corazón. 

Letanías al Espíritu Santo

Señor ten piedad de nosotros.
Cristo ten piedad de nosotros.
Señor ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Envíanos tu Espíritu Santo.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Derrama en nuestras almas los dones del Espíritu Santo.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Infúndenos el Espíritu de sabiduría y devoción.

Oración al Espíritu Santo

Dios todopoderoso, te pedimos
que hagas brillar sobre nosotros
el resplandor de tu gloria, y
confirma con la luz de tu
Espíritu a quienes hemos
renacido por tu gracia. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos.
(Oración colecta misa de vigilia de Pentecostés)

Oración conclusiva

¡Espíritu divino! Por los méritos de Jesucristo, te suplicamos vengas a nuestros corazones y nos comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminados y confortados por ellos, vivamos según tu voluntad, y muriendo entregados a tu amor, merezcamos cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.

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