El Árbol de Jesé - 6 la túnica Jose y sus hermanos (3 de Diciembre)
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Palabra de Dios
Gn 37, 3-35
3 Israel amaba a José más que a todos los otros hijos, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas.
4 Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo.
5 Un día José tuvo un sueño y se lo contó a sus hermanos, que lo odiaron aún más.
6 Les dijo: «Escuchad este sueño que he tenido.
7 Estábamos atando gavillas en el campo, y de pronto mi gavilla se levantó y se mantuvo en pie, mientras que vuestras gavillas la rodeaban y se postraban ante ella».
8 Sus hermanos le dijeron: «¿Acaso vas a ser tú nuestro rey o vas a someternos a tu dominio?». Y lo odiaron todavía más a causa de sus sueños y de sus palabras.
9 Aún tuvo otro sueño, que contó también a sus hermanos: «He tenido otro sueño: el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí».
10 Cuando se lo contó a su padre y a sus hermanos, su padre le respondió: «¿Qué significa ese sueño que has tenido? ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos vamos a postrarnos por tierra ante ti?».
11 Sus hermanos lo envidiaban, pero su padre guardaba la cosa para sí.
12 Sus hermanos trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre.
13 Israel dijo a José: «Tus hermanos deben de estar con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos». Le contestó: «Aquí estoy».
14 Su padre le dijo: «Ve a ver cómo están tus hermanos y el ganado, y tráeme noticias». Lo envió, pues, desde el valle de Hebrón y José se dirigió a Siquén.
15 Un hombre lo encontró errando por el campo y le preguntó: «¿Qué buscas?».
16 Él contestó: «Busco a mis hermanos; por favor, dime dónde están pastoreando».
17 El hombre respondió: «Se han marchado de aquí, y les he oído decir que iban hacia Dotán». José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.
18 Ellos lo vieron desde lejos y, antes de que se acercara, maquinaron su muerte.
19 Se decían unos a otros: «Ahí viene el soñador.
20 Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños».
21 Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: «No le quitemos la vida».
22 Y añadió: «No derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él». Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre.
23 Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica, la túnica con mangas que llevaba puesta,
24 lo cogieron y lo echaron en un pozo. El pozo estaba vacío, sin agua.
25 Luego se sentaron a comer y, al levantar la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto.
26 Judá propuso a sus hermanos: «¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre?
27 Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pongamos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra». Los hermanos aceptaron.
28 Al pasar unos mercaderes madianitas, tiraron de su hermano; y, sacando a José del pozo, lo vendieron a unos ismaelitas por veinte monedas de plata. Estos se llevaron a José a Egipto.
29 Cuando Rubén volvió al pozo y vio que José no estaba allí, rasgó sus vestiduras
30 y, volviendo a sus hermanos, les dijo: «El muchacho no está; y yo, ¿a dónde voy yo ahora?».
31 Entonces tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito y empaparon la túnica en la sangre.
32 Luego enviaron la túnica con mangas a su padre con este recado: «Esto hemos encontrado, mira a ver si es la túnica de tu hijo o no».
33 Él la reconoció y exclamó: «Es la túnica de mi hijo; una bestia lo ha devorado. Sin duda, José ha sido despedazado».
34 Jacob rasgó sus vestiduras, se ciñó a los lomos un sayo e hizo luto por su hijo muchos días.
35 Todos sus hijos e hijas intentaron consolarlo, pero él rehusó el consuelo, diciendo: «De luto bajaré al lugar de los muertos, adonde está mi hijo». Y su padre lo lloró.
Meditación
José es la figura por excelencia de la persona de Cristo. En este capítulo vemos:
1. Su relación privilegiada con su padre
2. El odio por parte de sus hermanos
3. El hecho de ser vendido
4. El hecho de ser librado entre manos de paganos
Esto no significa que José fuera perfecto como Cristo. Todo lo contrario. Era un pecador, igual como todo ser humano. Sólo que en los relatos sobre su vida que encontramos en Génesis, vemos muchos paralelos, en sus vida terrenal y humana, con el aspecto espiritual y divina de la vida de Cristo. Es como una imagen. Algunos lo llaman un “tipo”. (La “tipología” es el estudio de esos tipos de Cristo en el Antiguo testamento. Algunos encuentran este estudio como siendo exagerado.)
José tuvo una relación privilegiada con su padre, Cristo tenía una relación especial con el Padre celestial.
José fue odiado por sus hermanos, que no compartían el corazón de su padre, Cristo fue odiado por sus hermanos, la nación judía, que no compartían el corazón del Padre celestial.
José fue vendido por su hermano Judá, Cristo fue vendido por Judas Iscariote.
José fue librado entre paganos, Cristo también fue librado a los gentiles.
José dio testimonio a sus hermanos de sus sueños, Cristo también dio testimonio a la verdad (Juan 18:37) y fue odiado por aquello.
Ora
¿Vivimos en el agradecimiento, en la bendición o en las comparaciones, el rencor, el egoísmo?
Dios te bendiga.
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