Árbol de Jesé 13 - Salomón

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La palabra de Dios


1 Re 3, 3-14


3 Salomón amaba al Señor y obraba según los preceptos de su padre David, pero, a pesar de ello, ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los altozanos.

4 El rey acudió a Gabaón a ofrecer mil holocaustos sobre aquel altar, pues era aún el santuario principal.

5 Aquella noche el Señor se apareció allí en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que deseas que te dé».

6 Salomón respondió: «Has actuado con gran benevolencia hacia tu siervo David, mi padre, porque caminaba en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón. Has tenido para con él una gran benevolencia, concediéndole un hijo que había de sentarse en su trono, como sucede en este día.

7 Pues bien, Señor mi Dios: Tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un muchacho joven y no sé por dónde empezar o terminar.

8 Tu siervo está en medio de tu pueblo, el que tú te elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular.

9 Concede, pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues, cierto, ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tuyo tan inmenso?».

10 Agradó al Señor esta súplica de Salomón.

11 Entonces le dijo Dios: «Por haberme pedido esto y no una vida larga o riquezas para ti, por no haberme pedido la vida de tus enemigos sino inteligencia para atender a la justicia,

12 yo obraré según tu palabra: te concedo, pues, un corazón sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti ni surgirá otro igual después de ti.

13 Te concedo también aquello que no has pedido, riquezas y gloria mayores que las de ningún otro rey mientras vivas.

14 Y si caminas por mis sendas, guardando mis preceptos y mandamientos, como hizo David, tu padre, prolongaré los días de tu vida».


Meditación


¿Pido al Señor los dones que necesito para vivir la misión que me ha dado?


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