Bendición del Belén o nacimiento

"Como es bien sabido, además de las representaciones del pesebre de Belén, que existían desde la antigüedad en las iglesias, a partir del siglo XIII se difundió la costumbre de preparar pequeños nacimientos en las habitaciones de la casa, sin duda por influencia del "nacimiento" construido en Greccio por San Francisco de Asís, en el año 1223. La preparación de los mismos (en la cual participan especialmente los niños) se convierte en una ocasión para que los miembros de la familia entren en contacto con el misterio de la Navidad, y para que se recojan en un momento de oración o de lectura de las páginas bíblicas referidas al episodio del nacimiento de Jesús." Directorio Piedad popular y Liturgia, 104.

Es costumbre bendecir el Belén, esto lo puede realizar no solo el diácono o el sacerdote si no también cualquier bautizado, pues somos por el bautismo sacerdotes y por ello podemos invocar a Dios con algunas bendiciones como la siguiente.

La letra negrita es para que respondamos juntos, la letra normal lo lee el padre o madre de familia.

BENDICIÓN DEL BELÉN FAMILIAR.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Alabemos y demos gracias al Señor, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo. Bendito seas por siempre, Señor.

Uno de los miembros de la familia lee este texto de la Palabra de Dios.

Escuchemos ahora, hermanos, las palabras del Santo Evangelio según san Lucas (Lc 2, 4-7a)

En aquellos días, José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre. Palabra del Señor.

Ahora puede haber un diálogo preguntándonos qué es lo que cuenta esta Palabra, es interesante como el emperador de Roma se convierte en instrumento del plan de Dios: el Mesías no nacerá en Nazaret sino en Belén. Belén significa “casa de pan”. Es la ciudad del gran rey judío, David, que fue un tiempo de mucha riqueza para el pueblo. Jesús nace en pobreza y marginación, pero rodeado de los cuidados de María y José. ¿Cómo reaccionaríamos si hoy llamaran a la puerta un matrimonio que espera un hijo?

Durante estos días contemplaremos asiduamente en nuestro hogar este pesebre y meditaremos el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar con nosotros. Pidamos, pues, a Dios que el pesebre colocado en nuestro hogar avive en nosotros la fe cristiana y nos ayude a celebrar más intensamente estas fiestas de Navidad.

En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración a Cristo, Hijo de Dios vivo, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle: Por tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.

— Oh, Cristo, por el misterio de tu sumisión a María y a José enséñanos el respeto y la obediencia a quienes dirigen esta familia. Por tu Nacimiento…

— Tú que amaste y fuiste amado por tus padres, afianza a nuestra familia en el amor y la concordia. Por tu Nacimiento…

— Tú que estuviste siempre atento a las cosas de tu Padre, haz que en nuestra familia Dios sea honorificado. Por tu Nacimiento…

— Tú que has dado parte de tu gloria a María y a José, admite a nuestros familiares que otros años celebraban las fiestas de Navidad con nosotros, en tu familia eterna. Por tu Nacimiento…

Se puede añadir alguna petición más.

El que preside con las manos juntas dice:

Señor Jesús, Señor Jesús, queremos invocarte en esta noche. queremos invocarte en esta noche. A Ti, que eres el niño que nos ha nacido. A Ti, que eres el niño que nos ha nacido, el hijo que se nos ha dado te reconocemos: el hijo que se nos ha dado te reconocemos:

Oh, Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos has entregado a tu único Hijo Jesús,
nacido de la Virgen María,
para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti,
te pedimos que con tu bendición
estas imágenes del nacimiento
nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría
y a ver a Cristo presente
en todos los que necesitan nuestro amor.

Te lo pedimos en el nombre de Jesús,
tu Hijo amado, que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amén.

Podemos cantar un villancico (Dime niño de quien eres, Adeste fideles o Noche de paz), y dar un beso al niño Jesús.

El que dirige la celebración concluye el rito santiguándose y diciendo:

Cristo, el Señor,
que se ha aparecido en la tierra
y ha querido convivir con los hombres,
nos bendiga y nos guarde en su amor.

Amén.

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