Decenario Espíritu Santo: Día tres
Día Tercero
Oración inicial para todos los días
Ante tu presencia postrado, ¡Soberano Espíritu de paz, de reconciliación y de todo consuelo!, humildemente te pido perdón de mis pecados, y la gracia de un verdadero arrepentimiento. Dones especiales de tu misericordia son la luz para bien conocer y discernir; la llama del alma para detestarlas; el firme propósito actual para nunca más volver a cometerlas; la fortaleza y perseverancia para el cumplimiento de tal resolución hasta el fin de la vida.
Concédeme, Espíritu divino, también el fervor y devoción para vivir dando gloria a Dios para mi bien y el bien de la Iglesia. Amén.
Palabra de Dios
Palabra de Dios
Por
entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo
bautice.
Pero
Juan intentaba disuadirlo diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me
bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús
le contestó: «Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia». Entonces
Juan se lo permitió.
Apenas
se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu
de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los
cielos que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».
Mt 3, 13-17
Texto
La primera manifestación del Espíritu Santo se hizo en figura de Paloma sobre el Divino Salvador, cuando éste fue bautizado en las aguas del Jordán, según nos cuentan los Evangelios. Pero de un modo más público y solemne se verificó sobre los Apóstoles, reunidos con María Santísima en el Cenáculo de Jerusalén, en forma de lenguas de fuego, el día de Pentecostés.
Oración
¡Oh Espíritu Santo!, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime que debo hacer, ordéname.
Concédemesometerme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad.
Invocaciones
Espíritu Santo imprime en nosotros el horror al pecado, te rogamos óyenos.
Espíritu Santo ven a renovar la faz de la tierra…
Espíritu Santo derrama tus luces en nuestra inteligencia…
Espíritu Santo graba tu ley en nuestros corazones...
Espíritu Santo abrásanos en el fuego de tu amor…
Espíritu Santo ábrenos el tesoro de tus gracias…Espíritu Santo enséñanos a orar como se debe…
Espíritu Santo ilumínanos con tus inspiraciones celestiales…
Espíritu Santo concédenos la única ciencia necesaria…
Espíritu Santo inspíranos la práctica de las virtudes…
Espíritu Santo haz que perseveremos en tu justicia…
Espíritu Santo se tu mismo nuestra recompensa…
Oración conclusiva
¡Espíritu divino! Por los méritos de Jesucristo, te suplicamos vengas a nuestros corazones y nos comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminados y confortados por ellos, vivamos según tu voluntad, y muriendo entregados a tu amor, merezcamos cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
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