Decenario al Espíritu Santo: Día séptimo
Día Septimo
Oración inicial para todos los días
Ante tu presencia postrado, ¡Soberano Espíritu de paz, de reconciliación y de todo consuelo!, humildemente te pido perdón de mis pecados, y la gracia de un verdadero arrepentimiento. Dones especiales de tu misericordia son la luz para bien conocer y discernir; la llama del alma para detestarlas; el firme propósito actual para nunca más volver a cometerlas; la fortaleza y perseverancia para el cumplimiento de tal resolución hasta el fin de la vida.
Concédeme, Espíritu divino, también el fervor y devoción para vivir dando gloria a Dios para mi bien y el bien de la Iglesia. Amén.
Palabra de Dios
«Yo
soy joven, vosotros ya viejos; por eso, intimidado, dudaba en exponeros a todos
mi saber.
Yo
pensaba: “Que hable la edad, pues los años enseñan sabiduría”.
Pero en verdad hay un espíritu en el hombre,
la inspiración del Todopoderoso otorga inteligencia; pues los años no dan
sabiduría, ni la vejez entiende de litigios.
Job 32, 6-9
Texto
Continuamos
con los frutos del Espíritu Santo:
La "Paciencia" es el valor en el
sufrimiento, y aun el deseo de arrostrarlo más y más en vista de las eternas
recompensas.
La "Longanimidad" es el quinto de los
Frutos del Espíritu Santo, y significa la firme esperanza y completa seguridad
de los justos en las promesas de Dios Nuestro Señor.
La "Bondad" es el deseo que tienen los justos de hacer bien a todos, y de que se propague y difunda dicho bien aun a costa de los mayores sacrificios.
Oración
¡Ven
oh Santo Espíritu!, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el
fuego de tu amor.
V/.
Envía tu Espíritu y serán creados.
R/.
Y renovarás la faz de la tierra.
Oración:
¡Oh Dios que has instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu
Santo!, concédenos según el mismo Espíritu conocer las cosas rectas y gozar
siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/.
Amén.
(Oración al Espíritu Santo)
Invocaciones
Espíritu Santo imprime en nosotros el horror al pecado, te rogamos óyenos.
Espíritu Santo ven a renovar la faz de la tierra…
Espíritu Santo derrama tus luces en nuestra inteligencia…
Espíritu Santo graba tu ley en nuestros corazones...
Espíritu Santo abrásanos en el fuego de tu amor…
Espíritu Santo ábrenos el tesoro de tus gracias…Espíritu Santo enséñanos a orar como se debe…
Espíritu Santo ilumínanos con tus inspiraciones celestiales…
Espíritu Santo concédenos la única ciencia necesaria…
Espíritu Santo inspíranos la práctica de las virtudes…
Espíritu Santo haz que perseveremos en tu justicia…
Espíritu Santo se tu mismo nuestra recompensa…
Oración conclusiva
¡Espíritu divino! Por los méritos de Jesucristo, te suplicamos vengas a nuestros corazones y nos comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminados y confortados por ellos, vivamos según tu voluntad, y muriendo entregados a tu amor, merezcamos cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
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