Decenario al Espíritu Santo: Día Octavo
DÍA Octavo
Oración inicial para todos los días
Ante tu presencia postrado, ¡Soberano Espíritu de paz, de reconciliación y de todo consuelo!, humildemente te pido perdón de mis pecados, y la gracia de un verdadero arrepentimiento. Dones especiales de tu misericordia son la luz para bien conocer y discernir; la llama del alma para detestarlas; el firme propósito actual para nunca más volver a cometerlas; la fortaleza y perseverancia para el cumplimiento de tal resolución hasta el fin de la vida.
Concédeme, Espíritu divino, también el fervor y devoción para vivir dando gloria a Dios para mi bien y el bien de la Iglesia. Amén.
Palabra de Dios
Por
ello os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice: «¡Anatema
sea Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!», sino por el Espíritu
Santo.
1 Cor 12,3
Texto
Otros
cuatro frutos del Espíritu Santo:
La "Benignidad" es apacibilidad de
carácter, suavidad de trato, blandura de condición, para atraer a todos los
hombres a la verdad y al bien, y cautivarlos en obsequio de Nuestro Señor.
La "Mansedumbre" es freno en las
impaciencias y ardores de cualquier pasión, hasta el mismo celo por Dios,
cuando lo exige la discreción y prudencia, para que no se comprometan con algún
desorden sus mismos divinos intereses.
La "Fe" es firme lealtad a Dios y al prójimo, no faltando a ambos en lo que se les debe o por razón de estricta justicia o por razón de caridad.
Oración
Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza
para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
(Oración al Espíritu Santo del Card. Verdier)
Invocaciones
Espíritu Santo imprime en nosotros el horror al pecado, te rogamos óyenos.
Espíritu Santo ven a renovar la faz de la tierra…
Espíritu Santo derrama tus luces en nuestra inteligencia…
Espíritu Santo graba tu ley en nuestros corazones...
Espíritu Santo abrásanos en el fuego de tu amor…
Espíritu Santo ábrenos el tesoro de tus gracias…Espíritu Santo enséñanos a orar como se debe…
Espíritu Santo ilumínanos con tus inspiraciones celestiales…
Espíritu Santo concédenos la única ciencia necesaria…
Espíritu Santo inspíranos la práctica de las virtudes…
Espíritu Santo haz que perseveremos en tu justicia…
Espíritu Santo se tu mismo nuestra recompensa…
Oración conclusiva
¡Espíritu divino! Por los méritos de Jesucristo, te suplicamos vengas a nuestros corazones y nos comuniques la plenitud de tus dones, para que, iluminados y confortados por ellos, vivamos según tu voluntad, y muriendo entregados a tu amor, merezcamos cantar eternamente tus infinitas misericordias. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario