Orar con santa Teresa de Jesús

Te propongo esta oración basada en textos de santa Teresa de Jesús.

1. CANTO

Ven, Espíritu, ven
y lléname, Señor,
con tu preciosa unción (x2)

Purifícame y lávame, renuévame, restáurame, Señor,
con tu poder,
Purifícame y lávame, renuévame, restáurame, Señor,
te quiero conocer.

2. INVOCACIÓN INICIAL

Señor Jesús, presente en este Sacramento de amor,
venimos a estar contigo como Santa Teresa,
que te buscó con todo su corazón.
Danos un alma orante,
sencilla, humilde y enamorada de Ti.
Haz que aprendamos a vivir diciendo contigo:
“Solo Dios basta”.

(Silencio breve)

3. PRIMER MOMENTO: “Tratar de amistad”

Del evangelio según san Juan 15,15:

Ya no os llamo siervos, sino amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer.

Lectura de Santa Teresa (Libro de la Vida, 8,5):

“No es otra cosa la oración mental, a mi parecer,
sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas
con quien sabemos nos ama.”

Meditación

Jesús está aquí, vivo y presente.
Teresa nos enseña que la oración no son palabras, sino amistad.
Hoy, en silencio, trata con Él:
dile lo que llevas en el corazón,
escucha su voz en el silencio,
déjate mirar por Él.

Breve oración (juntos)

Señor, enséñanos a orar con el corazón.
Haznos tus amigos,
capaces de escucharte y de amarte en lo pequeño.

CANTO

Danos la paz, danos la paz
A nuestras almas, oh Señor (x2)

Quédate aquí con nosotros Señor, (x2)
y la paz reinará, y la paz reinará.

4. SEGUNDO MOMENTO: “Solo Dios basta”

Salmo 62,2-3:

“Solo en Dios descansa mi alma,
porque de Él me viene la salvación.
Solo Él es mi roca y mi salvador,
mi fortaleza: no vacilaré.”

Lectura breve (Poesía de Santa Teresa):

Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza;
quien a Dios tiene,
nada le falta:
solo Dios basta.

Meditación

Santa Teresa aprendió que en medio de las pruebas,
solo Dios permanece.
Él es el descanso del alma,
la roca firme, el amor que nunca falla.

Oración breve (todos)

Señor mío y Dios mío, enséñame a descansar solo en Ti.
Apaga mis temores con tu amor, y haz que mi corazón repita siempre: “Solo Dios basta.”

CANTO — Vuestra soy, para Vos nací

Soberana Majestad,
eterna sabiduría,
bondad buena al alma mía;
Dios alteza, un ser, bondad,
la gran vileza mirad
que hoy os canta amor así:
¿qué mandáis hacer de mí?

Vuestra soy, pues me criastes,
vuestra, pues me redimistes,
vuestra, pues que me sufristes,
vuestra, pues que me llamastes,
vuestra, porque me esperastes,
vuestra, pues no me perdí:
¿qué mandáis hacer de mí?

¿Qué mandáis, pues, buen Señor,
que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le habéis dado
a este esclavo pecador?
Veisme aquí, mi dulce Amor,
amor dulce, veisme aquí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención,
pues por vuestra me ofrecí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Dadme riqueza o pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me rendí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Si queréis, dadme oración,
si no, dadme sequedad,
si abundancia y devoción,
y si no esterilidad.
Soberana Majestad,
solo hallo paz aquí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Si queréis que esté holgando,
quiero por amor holgar.
Si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando.
Decid, ¿dónde, cómo y cuándo?
Decid, dulce Amor, decid:
¿qué mandáis hacer de mí?

5. TERCER MOMENTO: “Amar es servir”

Lectura (Camino de perfección, 5,3):

“No pensemos que el negocio está en pensar mucho,
sino en amar mucho;
y así, lo que más os despertare al amor, eso haced.”

Meditación

Aquí venimos a que llenes nuestro corazón Señor de tu amor, La verdadera adoración no termina aquí.
Jesús, tú nos invitas a llevar tu amor al mundo,
a servir a los demás con alegría y ternura.
Te pedimos Señor que nos llenes con el fuego de tu amor,
para ser presencia tuya en cada gesto.

(Silencio breve)

Oración

Señor Jesús,
haznos testigos de tu amor.
Que todo en nuestra vida diga que Tú eres nuestro tesoro.
Amén.

6. BENDICIÓN Y CANTO FINAL

CANTO — La Bendición

Dios te guarde y bendiga,
que extienda su amor, te muestre favor,
Dios te mire con agrado y te dé paz

Amén, amén, amén (x2)

Que te cubra con su gracia
hasta mil generaciones
tu familia y tus hijos y los hijos de tus hijos
su presencia te acompañe
donde quiera que tú vayas,
que te llene, te rodee,
Él te ama (x7)

Amén, amén, amén

BENDICIÓN

CANTO — María, mírame


Este esquema puede usarse en asamblea o adoración personal. Indica los silencios y los tonos de los cantos según la comunidad.

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