39. Orar con la liturgia: Oración Colecta del IV Domingo de Pascua
El IV Domingo de Pascua es conocido como el Domingo del Buen Pastor, en el que la liturgia nos presenta a Cristo como el Pastor que guía a su rebaño con amor y fortaleza. La oración colecta de este día nos invita a mirar hacia nuestra meta definitiva: la asamblea gozosa del cielo, adonde Cristo nos precede y nos conduce.
1. Invocación inicial
Nos disponemos a la oración con un corazón abierto y confiado:
"Señor Dios todopoderoso y eterno, en este tiempo de Pascua nos llamas a seguir a Cristo, nuestro Buen Pastor. Te pedimos que, en medio de nuestras debilidades, nos conduzcas con tu gracia hasta la plenitud de la vida eterna. Amén."
2. Escucha y meditación de la oración colecta
Oración colecta del IV Domingo de Pascua:
"Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos."
Puntos para reflexionar:
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"Dios todopoderoso y eterno"
Comenzamos reconociendo el poder y la eternidad de Dios. No estamos solos en nuestro camino; confiamos en Aquel que nos guía con sabiduría y amor infinito.
Reflexión: ¿Confío en Dios como el Pastor que me guía? ¿Cómo puedo fortalecer mi relación con Él en la oración y la vida diaria?
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"Condúcenos a la asamblea gozosa del cielo"
La vida cristiana es una peregrinación hacia la comunión eterna con Dios. Nuestra meta es la alegría del cielo, donde viviremos plenamente unidos a Él.
Reflexión: ¿Vivo mi fe con la mirada puesta en la vida eterna? ¿Cómo mis acciones reflejan mi deseo de estar con Dios?
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"Para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor"
Nosotros, el rebaño, somos frágiles y débiles, pero Cristo, el Buen Pastor, ha ido delante de nosotros. Su fortaleza nos sostiene y nos lleva a la plenitud.
Reflexión: ¿Cuáles son mis debilidades espirituales? ¿Cómo puedo dejarme fortalecer por Cristo en la oración y los sacramentos?
3. Oración personal
Desde esta oración colecta, elevemos nuestras súplicas al Señor:
- Confianza en Dios como Pastor: "Señor, guíame con tu amor y no permitas que me aleje de tu camino."
- Esperanza en la vida eterna: "Aumenta en mí el deseo del cielo y ayúdame a vivir con la mirada puesta en la meta definitiva."
- Fortaleza en la fragilidad: "Señor, en mi debilidad, sé mi fuerza. Enséñame a apoyarme en Ti y a seguirte con fidelidad."
4. Contemplación
Nos imaginamos a Jesús, el Buen Pastor, llamándonos por nuestro nombre y llevándonos sobre sus hombros cuando estamos cansados. Escuchemos su voz en el silencio, confiando en su cuidado amoroso.
5. Compromiso
Para vivir esta oración en nuestra vida:
- Seguir a Cristo como Buen Pastor: Escuchar su voz en la Palabra y la oración.
- Confiar en Dios en medio de las dificultades: Recordar que, aunque somos débiles, Él es nuestra fortaleza.
- Vivir con esperanza en la vida eterna: No perder de vista que nuestra meta es la asamblea gozosa del cielo.
Rezamos nuevamente la oración colecta para interiorizarla:
"Dios todopoderoso y eterno, condúcenos a la asamblea gozosa del cielo, para que la debilidad del rebaño llegue hasta donde le ha precedido la fortaleza del Pastor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén."
Que Cristo, el Buen Pastor, nos guíe siempre hacia la vida eterna.
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