Árbol de Jesé - 3 Abraham (30 de diciembre)

 Árbol de Jesé -  3 Abraham (30 de diciembre)



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Texto bíblico

(Gn 12, 1-7)
1El Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. 2Haré de ti una gran nación, te bendeciré, haré famoso tu nombre y serás una bendición. 3Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra». 4Abrán marchó, como le había dicho el Señor, y con él marchó Lot. Abrán tenía setenta y cinco años cuando salió de Jarán. 5Abrán llevó consigo a Saray su mujer, a Lot su sobrino, todo lo que había adquirido y todos los esclavos que había ganado en Jarán, y salieron en dirección a Canaán. Cuando llegaron a la tierra de Canaán, 6Abrán atravesó el país hasta la región de Siquén, hasta la encina de Moré. En aquel tiempo habitaban allí los cananeos. 7El Señor se apareció a Abrán y le dijo: «A tu descendencia daré esta tierra». Él construyó allí un altar en honor del Señor que se le había aparecido.

Gn 15, 1-7

1Después de estos sucesos, el Señor dirigió a Abrán, en una visión, la siguiente palabra: «No temas, Abrán, yo soy tu escudo, y tu paga será abundante». 2Abrán contestó: «Señor Dios, ¿qué me vas a dar si soy estéril, y Eliezer de Damasco será el amo de mi casa?». 3Abrán añadió: «No me has dado hijos, y un criado de casa me heredará». 4Pero el Señor le dirigió esta palabra: «No te heredará ese, sino que uno salido de tus entrañas será tu heredero». 5Luego lo sacó afuera y le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas». Y añadió: «Así será tu descendencia». 6Abrán creyó al Señor y se le contó como justicia. 7Después le dijo: «Yo soy el Señor que te saqué de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra»

(Gn 17, 1-9)
1Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo: «Yo soy Dios todopoderoso, camina en mi presencia y sé perfecto. 2Yo concertaré una alianza contigo: te haré crecer sin medida». 3Abrán cayó rostro en tierra y Dios le habló así: 4«Por mi parte, esta es mi alianza contigo: serás padre de muchedumbre de pueblos. 5Ya no te llamarás Abrán, sino Abrahán, porque te hago padre de muchedumbre de pueblos. 6Te haré fecundo sobremanera: sacaré pueblos de ti, y reyes nacerán de ti. 7Mantendré mi alianza contigo y con tu descendencia en futuras generaciones, como alianza perpetua. Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros. 8Os daré a ti y a tu descendencia futura la tierra en que peregrinas, la tierra de Canaán, como posesión perpetua, y seré su Dios». 9El Señor añadió a Abrahán: «Por tu parte, guarda mi alianza, tú y tus descendientes en sucesivas generaciones.

Meditación

Abraham confió en las promesas que Dios hacia. Y esto le hizo profundamente feliz. Abraham es un modelo para nosotros pues manifiesta su fe en Dios aunque lo que le propone está fuera de todos los planes. Abraham escucha la voz de Dios y la pone por obra, sin prestar demasiada atención a lo que las circunstancias podían aconsejarle. ¿Por qué abandonar la seguridad de su patria, esperar una descendencia cuando tanto él como su mujer son de edad avanzada? Pero Abraham se fía de Dios, de su omnipotencia, de su sabiduría y bondad. La respuesta de fe se apoya en la confianza, es decir, en un trato personal con Dios.

Ora

¿Cómo es mi trato con Dios? ¿Escucho la promesa de Dios? ¿Confío?

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