El misterio del Belén



1. La Palabra de Dios

1. Lc 2, 6-21

Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad». Y sucedió que, cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha comunicado». Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

2.         Mt 2, 9-11

Unos magos se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. 

2.  Origen histórico:

San Francisco de Asís, en 1223 se queda asombrado por los mosaicos de la Basílica de Santa María la Mayor que representan el nacimiento de Jesús. Francisco quería celebrar el día de Navidad contemplando, es decir, no solo viendo sino como si estuviera presente con sus ojos lo que vivió Jesús como niño, acostado en un pesebre y colocado entre la mula y el buey, junto con María y José.
El 25 de Diciembre muchos frailes franciscanos y hombres y mujeres fueron a celebrar con flores y antorchas para iluminar esa noche santa. Cuentan que experimentaron una gran alegría que no podían describir. Y celebraron juntos la Eucaristía. Cada Eucaristía es como si nos trasladáramos a Belén, ocurre el mismo hecho, Jesús se hace presente.

3.  Signos importantes:

a.  Bethlehem

Significa casa de pan. Jesús “es el pan vivo bajado del cielo” (Jn 6, 41). Cumple la profecía de Miqueas: “Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemoriales. Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz, el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel.” (Mi 5,1-2)
a.  El cielo estrellado, la oscuridad, el silencio…

El nacimiento de Jesús ocurrió en la noche, en lo secreto y escondido. En muchos momentos nosotros experimentamos la soledad, el silencio, la tristeza… Jesús viene para iluminar la oscuridad y darnos la verdadera paz y alegría.

b.  Ruinas

Hay algunas casas y algunos castillos medio derrumbados. Hay una historia que cuenta que el templo de la Paz en Roma se derrumbaría cuando una Virgen diera a luz. Jesús es alguien tan importante que rompe todo lo que es viejo y es falso, y que Jesús ha venido a sanar y reconstruir, a devolver a nuestra vida y al mundo todo lo bueno que Dios había creado.

c.  El palacio de Herodes

Los poderosos y los que no aceptan que necesitan la ayuda de Dios viven sordos de esta noticia. Herodes representa el rechazo de Dios.

d.  El ambiente: montañas, animales, ríos, los pastores…

Son los primeros testigos, los primeros en recibir el anuncio, en mirar y escuchar a Jesús, su mensaje de salvación y ellos responden con el asombro y la alegría. El encuentro entre Dios y sus hijos, gracias a Jesús, es el que da vida y sentido al hombre y constituye una singular belleza en nuestra religión. Son los primeros en cantar la gloria de Dios.

e.  Los mendigos

Los pobres son los privilegiados de este momento, los que lo captan de verdad, son más capaces de reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros. Solo el que reconoce que está necesitado del amor de Dios puede recibir su amor y cercanía.

f.    Otras figuras

Representan lo cotidiano, el día a día, la santidad cotidiana a la que estamos llamados los cristianos, la alegría de hacer de manera extraordinaria las cosas de todos los días, cuando dejamos que Jesús comparta su vida en la nuestra y que forme parte de ella, formando parte nosotros de la Suya.

g.  La Estrella

La estrella es la Iglesia, una luz que nos guía, ilumina y acompaña hasta Jesús. La Iglesia somos todos los bautizados y  creyentes que debemos anunciar y dar testimonio de Jesús. La luz de la estrella permanece en la palabra de Dios que puede guiar a todo hombre a Jesús.

h.  Los Magos de Oriente

Estos sabios que vienen de lejos que van siguiendo una estrella para buscar al Mesías. No se dejan escandalizar, se ponen de rodillas y adoran a Jesús. Le llegan tres regalos, incienso: para reconocer que Jesús es Dios, oro para reconocer que Jesús es Rey, mirra que significa lo amargo, el sufrimiento que Jesús va a tener en su Pasión y Muerte.

i.     María

Es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo. Dios ha llamado a la puerta de su corazón inmaculado y ha respondido: “He aquí la esclava el Señor, hágase en mí según tu palabra” Lc 1,38. Es la mujer de la obediencia plena y total. Para el creyente es un testimonio, un ejemplo a seguir de abandono en la fe a la voluntad de Dios.

j.     José

El padre silencioso y protector, que nunca se cansaba de proteger a su familia. No duda en ponerse en camino y emigrar a Egipto (Mt 2, 13-15). José llevaba en su corazón el gran misterio que envolvía a Jesús y a María su esposa, y como hombre justo confió en la voluntad de Dios, la puso en práctica y acepto vivir en secreto este gran anuncio y su vida.

k.  El pesebre

Jesús nació en un lugar donde los animales van a comer. Jesús se convierte también en alimento para nosotros, él se va a dejar comer y beber (su Cuerpo y su Sangre).

l.  El niño Jesús

Dios se presenta así, para recibirlo en sus brazos, en debilidad y fragilidad, esconde su poder que todo lo crea y transforma. En Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en la ternura. Nos llena de alegría su nacimiento. Dios renuncia a su gloria para hacerse hombre como nosotros.

m.    El que contempla, el creyente.

El que mira el Belén, los que rezan ante él, los que cantan villancicos… Son aquellos que quieren alegrarse por la venida de Jesús, que quieren seguirle y amarle que quieren recibir su amor, pero no para guardarlo, sino para anunciarlo y mostrarlo al mundo, el Amor ha hecho posible que la Palabra de Dios se encarne. Se ha hecho hombre para que el hombre hable del y con amor, y el Amor sea hablado por nuestras obras...


4. Bendición del Belén


Aquí tienes una oración para que puedas bendecir el Belén cuando lo hayas puesto: 
https://seguiracristohoy.blogspot.com/2022/12/bendicion-del-belen-navideno.html?m=1

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