28. Orar con la liturgia: Oración Colecta del VII Domingo del Tiempo Ordinario
1. Invocación inicial
Dispongámonos a escuchar al Señor, abriendo nuestra mente y corazón:
"Señor, queremos vivir de manera que nuestras palabras y obras reflejen tu voluntad. Ayúdanos a meditar en lo que te agrada y a actuar con coherencia según tu llamada."
2. Escucha y meditación de la oración colecta
Leamos con calma y atención esta oración colecta:
Concédenos, Dios todopoderoso,
que, meditando siempre las realidades espirituales,
cumplamos, de palabra y de obra,
lo que a ti te complace.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Puntos para reflexionar:
-
"Concédenos, Dios todopoderoso"
Esta petición nos recuerda nuestra dependencia de Dios. Todo lo que hacemos debe comenzar con su gracia y fuerza. Reflexiona: ¿Reconoces a Dios como la fuente de tu capacidad para hacer el bien? -
"Meditando siempre las realidades espirituales"
Meditar las realidades espirituales implica contemplar los misterios de Dios y su obra en nuestras vidas. Pregúntate: ¿Cómo puedes integrar la reflexión espiritual en tu vida diaria? ¿Dedicas tiempo a reflexionar sobre la Palabra de Dios o sobre cómo Él actúa en tu vida? -
"Cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti te complace"
No basta con meditar; nuestras palabras y acciones deben estar alineadas con lo que agrada a Dios. Reflexiona: ¿Tus palabras reflejan bondad y verdad? ¿Tus obras manifiestan el amor de Dios en el mundo? -
"Por nuestro Señor Jesucristo"
Jesús es el modelo perfecto de coherencia entre meditar las realidades espirituales y vivirlas plenamente. ¿De qué manera puedes imitar su ejemplo en tus propias palabras y acciones?
3. Oración personal
Dedica un momento para hablar con Dios, inspirándote en la oración colecta:
- Admiración: "Señor, eres todopoderoso y digno de toda alabanza. Gracias por invitarme a meditar en las cosas celestiales."
- Confesión: "Reconozco, Señor, que a veces mis palabras y acciones no están en sintonía con lo que te agrada. Perdóname y enséñame a vivir con más coherencia."
- Petición: "Ayúdame a meditar cada día en tu Palabra y a actuar según tu voluntad, para cumplir lo que te complace."
4. Contemplación
Imagina que estás sentado en silencio, reflexionando junto a Jesús. Él te invita a contemplar su vida, llena de palabras que edifican y obras que sanan. Siente cómo te dice:
"Medita en mí y en lo que es bueno. Luego, ve y haz lo mismo en tu vida."
Permanece en este momento, dejando que su ejemplo inspire tus pensamientos y acciones.
5. Compromiso
Para vivir esta oración colecta de manera práctica:
- Dedica un tiempo diario para meditar en las realidades espirituales, como la Palabra de Dios, la Eucaristía o los valores del Evangelio.
- Haz un propósito concreto para que tus palabras sean más edificantes y tus acciones más caritativas.
- Antes de actuar, pregúntate: "¿Esto agrada a Dios y refleja su amor?"
Concluyamos renovando nuestra fe con esta oración colecta:
"Concédenos, Dios todopoderoso, que, meditando siempre las realidades espirituales, cumplamos, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Amén."
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