La necesidad de experimentar el perdón.

Comparto este texto que encontré en Instagram de Isabel Cortijo, que pedí permiso para copiarlo y transmitirlo, en el pie de la imagen tenéis el link del post y al final del texto el enlace del perfil de Instagram.


https://www.instagram.com/p/CCqNZwlqySR/?igshid=147dil8ckgtz0


Me veo obligada a escribir esto porque creo que muchas personas realmente lo necesitan. Parecería que estoy yendo en contra de mi profesión, pero creo firmemente que hago todo lo contrario.

Para que una persona reciba la ayuda que necesita, el primer paso es saber cuál es el problema. Es decir, qué tipo de ayuda necesita.

A veces se llega a terapia buscando perdón. Y, efectivamente, un psicólogo puede ayudar en ese proceso, cambiando el comportamiento de la persona que impide ese perdón. Por ejemplo, una terapia puede ayudarnos a perdonar a alguien que nos hizo o incluso nos hace mucho daño. No importa la magnitud del daño. Es posible. También nos ayuda a perdonarnos a nosotros mismos por errores pasados y a mirarnos con amor, como seres humanos llenos de dignidad que somos.

Sin embargo, ¿de dónde sale realmente este poder? Para mí está claro. El perdón, incluso en la terapia, sale de algo mucho mayor. Dios, en su infinita Misericordia, nos da su Gracia, incluso sin que se la pidamos. Humanamente no tenemos capacidad de perdonar, ni siquiera de amarnos. ¿De dónde sale toda esta visión del hombre, estos valores humanos que ACABARON POR EXTENDERSE A TODO EL MUNDO independientemente de sus creencias? De un Dios Padre que nos ama y nos permite mirarnos a la luz de sus ojos.

Por último y como motivación real de este post, me queda lo más importante: algo que nunca podrá hacer un psicólogo, ni un amigo, ni un familiar, ni uno mismo,... es obtener el perdón de Dios. En todo proceso de perdón SE NECESITA PEDIR 3 PERDONES, se obtengan o no:
  1.  El perdón del otro.
  2. El perdón de uno mismo.
  3. El perdón de Dios.
Y puedo afirmar sin temor a equivocarme que el perdón de Dios es, sin duda, el más importante y el que permite y acelera los otros dos. Es el único verdaderamente imprescindible.

Muchas personas llegan a terapia buscando que sea el psicólogo el que le perdone, el que borre su culpa y le haga sentir bien. Se equivoca. Un psicólogo no podría hacer esto sin mentir, porque no le corresponde a él perdonar. Dios Padre, que está esperándote, desea perdonarte con todas sus fuerzas. Él quiere recuperar a su hijo, un hijo que no sabe ya dónde encontrarle porque todo el mundo le ha dicho que su Padre no existe y que creer en Él es infantil.

Puede que, mientras tanto, un sacerdote, al que el mismo Dios da el poder de devolver a sus hijos al camino, siga esperando en alguna Iglesia vacía... rezando en el confesionario mientras confía en que "¡hoy puede ser el día!".

Por más que neguemos a Dios, lo necesitamos. Esa necesidad interior seguirá gritando, aunque tratemos de ignorarla.

Recordad que, si nosotros callamos, "gritarán las piedras" (Lc 19:40).

Por Isabel Cortijo, psicóloga


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Comentario personal:

El post me ha hecho pensar mucho... Reflexionar sobre varios temas:
  1. La necesidad en mi día de perdonar y del ser perdonado. 
  2. Ser consciente de que cuando hago algo mal y caigo en un pecado repercute en estas tres direcciones: Dios, los demás y yo mismo. 
  3. Hay ocasiones en las que el psicólogo es algo absolutamente necesario y que a veces el psicólogo y el cura pueden trabajar juntos buscando una misma meta.
  4. El perdón es algo que viene de lo alto es un don que se nos da... No que podamos alcanzar con un ejercicio mental, sino con un encuentro, el encuentro un un Dios que es Padre y que nos ama siempre que haya arrepentimiento y no le escondamos nada en un lugar, en un sacramento: la confesión.
So quieres saber más sobre el sacramento del perdón o penitencia: pincha aquí.
¿Y a ti? ¿Que conclusiones sacas?

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