Regalos al celebrar el Sacramento de la confesion
El día de su resurrección, Jesús apareció en el cenáculo donde estaban los apóstoles escondidos por miedo a la persecución judía. Los saludó y les dijo: «La paz esté con vosotros». Como el Padre me envió a mí, así os envío yo. Dicho esto, sopló sobre ellos diciendo: «Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonéis de sus pecados, serán perdonados, y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». (Jn 20, 21-23). En ese momento, se instituyó el sacramento de la confesión. Solo Dios perdona nuestros pecados. Pero, en virtud de su autoridad divina, Jesús confiere este poder a los hombres para que lo ejerzan en Su nombre. Es así que, por sucesión apostólica, fueron los apóstoles quienes confirieron de esa misión a los sacerdotes que hasta hoy la ejercen. El catecismo de la Iglesia Católica considera la confesión como la llamada de Jesús a la conversión, la vuelta al Padre, del que el hombre se había alejado por el pecado (CIC 1424). Muchas veces se teme a este momento de fe porque requie...