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Mostrando entradas de abril, 2020

El Bautismo

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¿Qué es el Bautismo? El Bautismo es el primer sacramento de la Iniciación Cristiana. Bautizar significa ' sumergir' en el agua : quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con Él “como una nueva criatura” (2 Cor 5, 17). San Pablo lo llama también “baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo” (Tit 3, 5) o iluminación, porque el bautizado es “hijo de la luz” (Ef 5, 8). Cuando Cristo envió a sus Apóstoles por todo el mundo, les dijo: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19). “El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, se condenará” (Mc 16, 16). El bautismo es el sacramento instituido por Jesucristo que nos hace discípulos suyos y nos regenera a la vida de la gracia  mediante la ablución con agua natural y la invocación de las tres personas divinas . La materia de este sacramento es la ablución con agua natural  y

El sentido espiritual del Sábado Santo

El descenso del Señor al abismo De una homilía antigua sobre el grande y santo Sábado (PG 43,439-451;462-463) ¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio porque el Rey duerme. La tierra temió sobrecogida, porque Dios se durmió en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios ha muerto en la carne y ha puesto en conmoción al abismo. Va a buscar a nuestro primer padre como si fuera la oveja perdida. Quiere absolutamente visitar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. Él, que es al mismo tiempo Dios e Hijo de Dios, va a librar de su prisión y de sus dolores a Adán y a Eva. El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: «Mi Señor esté con todos». Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: «Y con tu espíritu». Y tomándolo por la mano le añade: Despierta tú que duermes, levánta

Viernes Santo de la ayuda de un santo.

Rezar con el Viernes Santo. El valor de la sangre de Cristo San Juan Crisóstomo, obispo Catequesis 3,13-19 ¿Quieres saber el valor de la sangre de Cristo? Remontémonos a las figuras que la profetizaron y recorramos las antiguas Escrituras. Inmolad, dice Moisés, un cordero de un año; tomad su sangre y rociad las dos jambas y el dintel de la casa. ¿Qué dices, Moisés? La sangre de un cordero irracional ¿puede salvar a los hombres dotados de razón? «Sin duda, responde Moisés: no porque se trate de sangre, sino porque en esta sangre se contiene una profecía de la sangre del Señor». Si hoy, pues, el enemigo, en lugar de ver las puertas rociadas con sangre simbólica, ve brillar en los labios de los fieles, puertas de los templos de Cristo, la sangre del verdadero Cordero, huirá todavía más lejos. ¿Deseas descubrir aún por otro medio el valor de esta sangre? Mira de dónde brotó y cuál sea su fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor. Pu

Sentido del dia Jueves Santo

El Cordero inmaculado nos sacó de la muerte a la vida Melitón de Sardes, obispo Homilía sobre la Pascua 65-71 Muchas predicciones nos dejaron los profetas en torno al misterio de Pascua, que es Cristo: a él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Él vino desde los cielos a la tierra a causa de los sufrimientos humanos; se revistió de la naturaleza humana en el vientre virginal y apareció como hombre; hizo suyas las pasiones y sufrimientos humanos con su cuerpo, sujeto al dolor, y destruyó las pasiones de la carne, de modo que quien por su espíritu no podía morir acabó con la muerte homicida. Se vio arrastrado como un cordero y degollado como una oveja, y así nos redimió de idolatrar al mundo, como en otro tiempo libró a los israelitas de Egipto, y nos salvó de la esclavitud diabólica, como en otro tiempo a Israel de la mano del Faraón; y marcó nuestras almas con su propio espíritu y los miembros de nuestro cuerpo con su sangre. Éste es el que cubrió a la muerte

LA CELEBRACIÓN ANUAL DE LA PASCUA DEL SEÑOR

LA CELEBRACIÓN ANUAL DE LA PASCUA DEL SEÑOR  Introducción  La celebración de la Pascua es el centro de la fe y de la vida de la Iglesia y de los que nos gloriamos de ser cristianos. Es la raíz del año litúrgico. La Pascua del Señor, -paso del Señor- conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y la entrega del Espíritu Santo. Lo celebramos con un solemne Triduo Pascual que continúan con 50 días como prolongación que culmina con Pentecostés.  Semana Santa  El Triduo Pascual se enmarca dentro de la Semana Santa, en la que encontramos las siguientes celebraciones que se están insertadas en la gran semana:  El Domingo de Pasión o de Ramos, que conmemoramos la entrada de Cristo en Jerusalén con la procesión de los ramos y nos orienta a la celebración de la pasión del Señor en el Evangelio. La Misa Crismal: tiene un carácter sacerdotal, en la que se proclama al Mesías consagrado por el Espíritu sobre el reinado de los sacerdotes por Cristo que es Alfa y Omega

El Oficio de lectura

El oficio de Lectura El Oficio de Lectura facilita al pueblo de Dios, y más particularmente a los que están consagrados al Señor de una manera especial, la oportunidad de una meditación más abundante de la Sagrada Escritura y de las mejores páginas de los autores espirituales . Si bien la lectura continuada de la Sagrada Escritura en la Misa es ahora más rica que antes, el tesoro de revelación y tradición del Oficio de Lectura será también de gran provecho espiritual para los que lo celebren. La oración tiene que acompañar “la lectura bíblica para que sea un verdadero coloquio entre Dios y el hombre, ya que cuando oramos, hablamos con Dios, y le escuchamos cuando leemos las palabras inspiradas”; por esto, el Oficio de Lectura consta de salmos, himno, oración y otras fórmulas, de manera que tiene índole de verdadera oración . El Oficio de Lectura, de acuerdo con la constitución Sacrosantum Concilium, “aunque en el corazón conserve el carácter de alabanza nocturna, tiene que se

Misal

Comparto un misal que he preparado para poder repasar las respuestas de la Eucaristía: Descárgalo aquí

Sobre el ayuno eucarístico.

Comparto algunos pensamientos de un gran teólogo que pueden ayudarnos en este tiempo de ayuno eucarístico. Este ayuno que nos prepara para una Comunión más deseada y para acompañar y experimentar como tantos otros cristianos que por distintas circunstancias no tienen acceso a la eucaristía como nosotros de ordinario  El gran teólogo se pregunta: «¿qué debemos decir de los muchos cristianos que creen y esperan en el Señor, tienen añoranza por el don de su cuerpo pero no pueden recibir el sacramento? » Aclara que se refiere tanto a los que materialmente no pueden acercarse a la eucaristía como a los que les está prohibido por la disciplina de la Iglesia. Comenta a continuación que, en la edad media, Guillermo d’Auvergne (s. XIII) expresaba «una idea consoladora y estimulante: para no pocos la carga de la exclusión de la comunión es tan pesada de llevar como el martirio. Pero a veces uno, sin poder comulgar, progresa más en la paciencia y en la humildad que en la situación de partici