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Mostrando entradas de diciembre, 2019

23 de Diciembre, Oh Enmanuel

DÍA 23 DE DICIEMBRE OH ENMANUEL, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor Dios nuestro La situación del hombre es dramática y la situación del mundo es desesperada. Confiamos a veces en nuestros propios medios, en nuestra ciencia o en nuestros poderosos medios técnicos, pero nuestros progresos son ridículos. Volvemos la mirada a nuestros grandes hombres y a las importantes organizaciones internacionales, pero pronto nos desilusionan. Los problemas son tan complejos y los intereses creados son tantos, que no se llega nunca a las soluciones radicales. Por eso, necesitamos que venga un Dios a nosotros y que se quede con nosotros. Un Dios que se ponga a nuestro alcance, que recorra nuestros caminos y conduzca nuestros pasos. Un Dios que sienta como nosotros, que conozca nuestras debilidades y nos transmita la fuerza para superarlas. Un Dios que se haga cercano y amigo, dispuesto a cargar con nuestros fardos y capacitado p

22 de Diciembre, Oh Rey

DÍA 22 DE DICIEMBRE OH REY de las naciones y deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de los dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra Todas las naciones quisieran integrarse, no en un imperio dominador y unificador, sino en una organización unitaria, pero respetuosa, que se construya desde la solidaridad y la subsidiariedad. Las Naciones Unidas no han llegado todavía a satisfacer las aspiraciones y necesidades de los pueblos. Vivimos en un mundo roto, desgarrado por fuerzas muy diversas. Existen bloques antagónicos, naciones prepotentes, abismos entre unos pueblos y otros. Hay por todas partes guerras y conflictos, tensiones totalitarias y luchas tribales. No se llega a la unidad verdadera, ni siquiera dentro mismo de un Estado, esa unidad que respete la justa autonomía y la necesaria solidaridad, que favorezca la rica diversidad sin llegar a la desintegración. Miramos con emoción a ese Rey y Deseado de las naciones,

21 de Diciembre, O Oriens, Oh Sol

DÍA 21 DE DICIEMBRE OH SOL, que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte Muchos pueblos primitivos adoraban al sol, como padre de vida y fuente de energía. Muchos romanos, no tan primitivos, celebraban a finales de diciembre, cuando los días empiezan a ser más largos, el nacimiento del sol invicto, siempre triunfador del frío y las tinieblas. Nosotros mismos admiramos la fuerza y la belleza del sol, que tanto se necesita. Pero hoy necesitamos otros dioses solares. Hoy necesitamos otras fuentes, más poderosas que nuestro sol, de luz y energía. A pesar de este sol espléndido, a pesar de toda nuestra iluminación artificial y de nuestras cómodas calefacciones, el mundo sigue en tinieblas y el mundo muere de frío. La energía del espíritu es mucho más necesaria y mucho más poderosa que el sol y que todas nuestras centrales nucleares. De estas energías espirituales son de las que el mundo está

20 de Diciembre, O Clavis, oh Llave

DÍA 20 DE DICIEMBRE OH LLAVE DE DAVID y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y sombra de muerte Todavía no hemos llegado a ese estado ideal, utópico sin duda, de «an-arquía», en el que cada uno sea su propio rey y su propio juez, en el que no se necesiten gobernantes, ministros, jueces, guardias ni policías, porque cada uno sigue los dictados de su conciencia rectamente formada, porque todos se dejan guiar por la ley del corazón. El cetro y las llaves son signo del poder y de la autoridad judicial. ¿Quién tiene hoy las llaves de la ciencia y la tecnología; las llaves de las finanzas y la economía; las llaves del armamento nuclear; las llaves de la comunicación, de la palabra y de la imagen; las llaves de la justicia y del derecho? ¡Llaves poderosísimas! ¿Cómo se usan esas llaves? Hay quien las utiliza para dominar, para conseguir intereses propios o partidistas, para el enriquec

19 de Diciembre. Oh Raiz, oh Renuevo

DÍA 19 DE DICIEMBRE OH RENUEVO  del tronco de Jesé, que te alzas como un signo por los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más. Qué milagro ver las flores y las espigas en cada primavera! ¡Qué milagro que los árboles se carguen de fruto cada año! ¡Qué milagro cada renuevo y cada retoño, cada niño y cada cría! ¡Qué milagro la vida! Pero si nace un retoño de un tronco viejo ¿qué podemos decir? Eso ya supera las fuerzas de la naturaleza, hay que admirar y alabar. Como lo hizo Abraham, cuando en su ancianidad engendró al hijo de las promesas. Como David, a quien se le prometió una descendencia gloriosa interminable. Del viejo tronco de Isaí, padre del rey David, brota un Renuevo lleno de gracia y de espíritu. «Reposará sobre él el espíritu de Yahveh, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh» (Is 11, 2). Será un líder maravilloso, revestido de ju

Día 18 de diciembre. Oh ADONAI

DÍA 18 DE DICIEMBRE OH ADONAI  Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo Admiramos esa espléndida manifestación de Dios como fuego y como amor, como pastor y como ley, como fuerza liberadora. Ese Señor-Pastor, que ama a su pueblo, a su rebaño, y que no permitirá que nadie lo someta o lo disperse, que nadie le arrebate una oveja de su mano. Por eso, se manifestará con brazo poderoso para liberar y dirigir a su pueblo. Se manifiesta a Moisés como llama que enciende y no consume, que purifica y no mata, que ilumina y no ciega, que conduce y no esclaviza. Esa llama se comunicará al profeta para que pueda romper las ataduras que atan a su pueblo y para que pueda conducirlo sabiamente. Se manifiesta a Moisés como Pastor y Legislador, como norma y camino, como meta y horizonte de vida. Una ley que se inscribe en piedra, pero que terminará escribiéndose en el corazón. Una ley que se irá c

Oh Sabiduría

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DÍA 17 DE DICIEMBRE OH SABIDURÍA, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la salvación. Nuestra primera invocación admirativa es a esa dichosa Sabiduría, Palabra pronunciada por el Padre, el Altísimo y el Profundísimo; Palabra viva que no deja de ser pronunciada; Sabiduría personalizada que hunde sus raíces en las entrañas de Dios. Es una Sabiduría que se extiende del uno al otro confín; que todo lo abarca y todo lo penetra; que está en lo más íntimo de cada ser, de cada cosa, de cada ley, de cada movimiento, de cada aliento. Es la Sabiduría que no se queda mirando en el propio espejo, sino que multiplica los espejos y las imágenes de la Fuente primera, del Amor primero, en el que se renueva a cada instante. Sabiduría creadora y generosa, que sale de sí para estar en todo y estar en todos; que lo ordena todo con firmeza y suavidad, sabia y prudentemente, sin permitir

Segunda parte del Adviento, Antifonas Mayores: ERO CRAS

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Las antífonas de la O son siete, y la Iglesia las canta con el Magnificat del Oficio de Vísperas y en las antífonas del Aleluya en la Eucaristía, desde el día 17 hasta el día 23 de diciembre. Son un llamamiento al Mesías recordando las ansias con que era esperado por todos los pueblos antes de su venida, y, también son, una manifestación del sentimiento con que todos los años, de nuevo, le espera la Iglesia en los días que preceden a la gran solemnidad del Nacimiento del Salvador. Se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclamación «O», en castellano «Oh». También se llaman «antífonas mayores». Fueron compuestas hacia los siglos VII-VIII, y se puede decir que son un magnífico compendio de la cristología más antigua de la Iglesia, y a la vez, un resumen expresivo de los deseos de salvación de toda la humanidad, tanto del Israel del A.T. como de la Iglesia del N.T. Son breves oraciones dirigidas a Cristo Jesús, que condensan el espíritu del Adviento y la Navidad.

El misterio del Belén

1. La Palabra de Dios 1. Lc 2, 6-21 Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto  y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.   En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.  De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor.  El ángel les dijo: «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo:  hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.  Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».  De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo:  «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».   Y sucedió que, cuando los ángeles se marcharon