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Mostrando entradas de enero, 2020

Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino, presbítero De las Conferencias (Conferencia 6 sobre el Credo) ¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Lo era, ciertamente, y por dos razones fáciles de deducir: la una, para remediar nuestros pecados; la otra, para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar. Para remediar nuestros pecados, en efecto, porque en la pasión de Cristo encontramos el remedio contra todos los males que nos sobrevienen a causa del pecado. La segunda razón tiene también su importancia, ya que la pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida. Pues todo aquel que quiera llevar una vida perfecta no necesita hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y apetecer lo que Cristo apeteció. En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes. Si buscas un ejemplo de amor:  Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos.  Esto es lo hizo Cristo en la cruz. Y, por esto, si él entregó su vida por nosotros, n...

Un nuevo comienzo

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La reconciliación es un sacramento impresionante. Es realmente agridulce en cierto modo, pero acaba con un gran gozo. Para poder entenderlo hay que experimentarlo... no valen las palabras solo, sino que uno mismo tiene que vivirlo. Un vídeo interesante: https://youtu.be/7xWZ5WqHYY8   Ahora tienes tres opciones: Seguir leyendo esta catequesis. Ir al final a ver otros dos vídeos muy interesantes, para los cansados, o los que prefieren mirar y escuchar... Luego puedes volver para leer... La opción más fácil, cerrar el chiringuito y pasar de esto (podrás volver cuando quieras...) Yo puedo contarte lo que es, cómo prepararte, acompañarte, pero es uno el que se tiene que lanzar a la aventura del amor de Dios y a pedir su misericordia. De esto va el sacramento de la reconciliación, de pedir a Dios, que es el único que puede, que restaure nuestra relación con Él. ¿Por qué tiene que ser restaurada nuestra relación con Dios? Porque el hombre se equivoca, cae, realiza...

Examen de conciencia para niños

Sacramento de la Reconciliación para Niños Pasos de la Confesión 1. Examen de conciencia . Mírate por dentro pidiendo luz al Espíritu Santo: las malas acciones, los malos pensamientos y deseos. Con sinceridad, sin engañarte. Para ello recuerda que vas a pedir perdón a tu Padre Dios, que es misericordioso, que te quiere y quiere ayudarte. Puedes ayudarte leyendo alguna de las parábolas de la misericordia del evangelio de Lucas capítulo 15 (la oveja perdida, la moneda perdida o el hijo pródigo). Puedes usar el examen de conciencia que está más adelante. 2. Arrepentirse de verdad, de corazón y proponerte seriamente no ofender más a Dios y a los demás . Trata de rechazar el pecado, de pedir a Dios no querer caer más en él. Aunque sin desanimarte si vuelves a caer, porque puedes volver a confesar. La Confesión es un sacramento que está siempre disponible. 3. Confesar todos los pecados al sacerdote. Comienzas diciendo “Ave María purísima” o “En el nombre del Padre...”. Recuer...

Examen de conciencia 1

1. “Amarás la Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente.” - He abandonado las prácticas religiosas, y he olvidado mis deberes para con Dios. - No he ido a Misa los domingos ni los días de precepto que impone la Iglesia. - No leo la Palabra de Dios. Mi vida espiritual es tibia y perezosa. - He comulgado sin prepararme, tras haber cometido pecados graves. - He rechazado confesarme de faltas graves. No he sido siempre sincero en la confesión de mis pecados. - He consentido dudas contra la fe, sin intentar conocerla mejor. - He rechazado ciertas enseñanzas de la Iglesia Católica. Me adhiero a creencias contrarias a la fe (por ejemplo: la reencarnación). - He sentido vergüenza de llamarme cristiano y de comportarme como tal . - He practicado la magia o el espiritismo. - He pecado contra la esperanza apoyándome más en mis propias fuerzas y en mis riquezas que en Dios. Mantengo el desánimo y la desesperanza. - He pecado contra la caridad...

La naturaleza de la Iglesia simbolizada en una imagen

Viendo esta mañana la luna me ha venido a la mente este precioso texto de Ratzinger perteneciente a un texto un poco más largo que puedes leer completo en pinchando en el  título: "¿Por qué pertenezco a la Iglesia?" 2. La naturaleza de la Iglesia simbolizada en una imagen Una iglesia que contra toda su historia y su naturaleza sea considerada únicamente desde un punto de vista político, no tiene ningún sentido  y la decisión de permanecer en ella, si es puramente política, no es leal, aunque se presente como tal. Ante la situación presente ¿cómo se puede justificar la permanencia en la iglesia? En otros términos:  la opción por la iglesia para que tenga sentido tiene que ser espiritual.  ¿Pero en qué puede apoyarse una opción espiritual? Quisiera dar una primera respuesta utilizando una imagen y volviendo a los términos que usamos al principio para describir la situación. Hemos dicho que en nuestros estudios nos hemos acercado tanto a la iglesia que no somos...

¿POR QUÉ PERMANEZCO EN LA IGLESIA? Joseph Ratzinger Articulo completo

Existen hoy muchos y opuestos motivos para no permanecer en la iglesia. En nuestros días están tentados de volver la espalda a la iglesia no sólo aquellos a quienes se les ha hecho extraña la fe de ésta, a quienes aparece demasiado retrógrada, demasiado medieval, demasiado hostil al mundo y a la vida, sino también aquellos que amaron la imagen histórica de la iglesia, su liturgia, su independencia de las modas pasajeras, el reflejo de lo eterno visible en su rostro. Estos tienen la impresión de que la iglesia está a punto de traicionar su especificidad, de venderse a la moda del tiempo y de este modo perder su alma. Están desilusionados como el amante traicionado y por eso piensan seriamente en volverle la espalda. Por otra parte también existen motivos contradictorios para permanecer en la iglesia. Permanecen en ella no sólo los que creen firmemente en su misión o quienes no quieren abandonar una antigua y entrañable costumbre aunque hagan poco uso de ella, sino sobre todo y esp...